Instituto Milton H. Erickson de Santiago

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¿DESDE LA ORTODOXIA HACIA EL ECUMENISMO TERAPEUTICO?

Ps. Mario Pacheco

Psicólogo Clínico certificado (Colpsi, Chile)

Ortodoxia: Conformidad con la doctrina fundamental de cualquier secta o sistema.
Ecumenismo: Tendencia o movimiento que intenta la restauración de la unidad entre
todas las iglesias cristianas.
(Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera Edición, 1992)
“Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.”
(George Orwell, Rebelión en la granja)

¿Qué rasgos caracterizaron a la psicoterapia como disciplina a lo largo del siglo XX… y que en los
albores de la nueva centuria aun son rasgos dominantes, y dificultan el desarrollo de un campo
unificado? Goldfried (2019) distingue tres factores que han impedido llegar a un consenso en el
campo de la psicoterapia:

1) La tendencia a trabajar/intervenir solamente desde una orientación teórica, o desde una
combinación ecléctica de orientaciones.
Un movimiento de rebelión ante la ortodoxia terapéutica fue el de integración en
psicoterapia, que se caracterizó por “la insatisfacción con los enfoques terapéuticos con
una única orientación teórica, y por el propósito de mirar más allá de las fronteras de las
escuelas o enfoques, para observar qué podría aprenderse de otras formas de psicoterapia
y que podría beneficiar a los consultantes” (Norcross y Goldfried, 2005, p. v). Sin embargo,
prontamente crecieron y florecieron en este nuevo campo de investigación y de práctica
clínica diversos movimiento o tendencias para la integración… y diversos nuevos enfoques
de psicoterapia basados en la integración teórica de los supuestos de otros enfoques
establecidos. Véase las diversas tendencias para la integración en Feixas y Botella (2004) y
Norcross y Goldfried (2005).

2) La brecha existente entre la investigación y la práctica clínica.
Aquí el conflicto no es a nivel de enfoques (¿cuál es el dios del Habla verdadero?; Miller y
Hubble, 2004), sino que entre los terapeutas practicantes y los investigadores en
psicoterapia. Las acusaciones son mutuas: “los terapeutas practicantes no leen las
publicaciones periódicas, ni están al día en el estado del arte de la psicoterapia como

disciplina”; “los investigadores de la Torre de Marfil se imaginan un ‘mundo perfecto’ y
desconocen cómo se desenvuelve la práctica clínica en los entornos naturales (‘reales’)” …
Es así como en las Torres de Marfil (universidades) se enseñan enfoques de psicoterapia
en forma “pura”, donde los gurús no sólo mantienen en reserva su “magia” y solamente la
comparten con “iniciados” elegidos con lupa; y los gurús y los acólitos defienden su
escuela o enfoque como el enfoque “ganador” … (Miller y Hubble, 2004).
Más de 40 años de estudios han mostrado que las diferencias en la efectividad de los
diversos enfoques terapéuticos establecidos son mínimas y muchas veces no
significativas… (Wampold e Imel, 2015). Sin embargo, existen investigadores que
escudriñan con un microscopio electrónico esas conclusiones, para sostener que hay
enfoques mejores que otros (por ejemplo, Marcus et al., 2014; véase la respuesta de
Wampold et al., 2017).

3) La desconexión entre el pasado y las contribuciones actuales.
Goldfried (2019) afirma que como faltan fundamentos centrales compartidos en la
psicoterapia como disciplina, existe una tendencia a desdeñar el “pasado” y dar énfasis a
lo “nuevo”. Esto puede observarse en una forma sencilla; por ejemplo obsérvese las
temáticas de publicaciones periódicas como Family Process (se observan épocas u “olas”
históricas a lo largo de los años: terapia estratégica del MRI, luego modelo de terapia
familiar estructural, a continuación modelo de terapia familiar de Milán, luego enfoque
centrado en soluciones… y terapia narrativa en los últimos años)… Debido a este
fenómeno he escrito antes que los y las psicólogas son consumidores ávidos de modas
psicoterapéuticas, sin que tengan fundamentos conceptuales sólidos para la adquisición
de tal o cual producto…
Y, bueno, tenemos terapeutas —principalmente autodenominados “humanistas”— que
integran “modelos nuevos” a su práctica habitual: flores de Bach… cromoterapia…
aromaterapia… tarot… constelaciones, etc. Es decir, un regreso al modelo médico
disfrazado de algo “nuevo y revolucionario” …
La interrogante que sigue a la descripción de este oscuro panorama es la siguiente: ¿qué hacer
para superar este lamentable estado del arte? Goldfried (2019) sugiere que una forma de salir de
este “pantano” es alejarse de la ortodoxia de las orientaciones teóricas y desplazarse hacia los
procesos de cambio. Es decir, centrarse en los principios comunes de las distintas escuelas de
psicoterapia.
Goldfried (2019) identificó en 1982 los siguientes principios de cambio:

  • Promover en el consultante la expectativa y la motivación que el tratamiento puede
    funcionar.
  • Establecer una relación terapéutica óptima.
  • Facilitar en el consultante el percatarse de los factores asociados con sus dificultades (con
    independencia de las diversas etiquetas que hacen referencia a este principio, lo que se
    busca es que el consultante tenga una mejor percepción y perspectiva de sus
    pensamientos, emociones, comportamientos, necesidades y deseos).
  • Fomentar que el consultante se comprometa en una experiencia correctiva (es decir, el
    consultante lleva a cabo durante la sesión o entre sesiones, acciones que producen un
    resultado distinto a lo anticipado, y que no ha colocado a prueba anteriormente), y
  • Dar énfasis continuo a la prueba de realidad en la vida del consultante (esto significa que
    una vez que el consultante ha experimentado un cambio inicial, es necesario que se
    comprometa en otras acciones para mantener, e incluso acrecentar, el cambio)

     

  • Otra solución para escapar de la Torre de Babel de los enfoques terapéuticos (Miller et al., 1997) es el metamodelo (Modelo Contextual) desarrollado por Wampold (2015, 2017) acerca de cómo funciona la psicoterapia; es decir, un modelo que explica cómo todas las psicoterapias producen beneficios en los consultantes.

    Este modelo, representado en la Figura N° 1, supone 3 vías a través de las cuales la psicoterapia efectiva es ejecutada/enactuada/brindada por el/la terapeuta (Wampold, 2015):

    • Relación Real
    • Expectativas
    • Componentes específicos

1. Relación real.
Antes que se inicie el trabajo de la terapia, es necesario que el terapeuta desarrolle un
vínculo inicial con el consultante. La interacción inicial del terapeuta y el consultante es
clave para que éste tome la decisión de permanecer en tratamiento con ese terapeuta.
Como se indica en la figura, aumenta la probabilidad del enganche en el tratamiento
cuando el consultante confía en el terapeuta, el cual comprende la situación del
consultante (comunica empatía), y el consultante lo percibe como competente.
Respecto a la relación real, la relación psicoterapéutica proporciona al consultante una
conexión humana con una persona empática y solidaria, lo cual debiera promover la salud
especialmente para los consultantes cuyas relaciones sociales están empobrecidas o son
caóticas (Wampold, 2015).

2. Expectativas. Creación de expectativas por medio de la explicación y el tratamiento.
En general, cuando los consultantes acuden a terapia tienen explicaciones acerca de su
malestar, las cuales no los ayudan a encontrar soluciones. Los terapeutas ‒que se supone
adhieren a un enfoque psicoterapéutico‒ ofrecen explicaciones para el malestar de los
consultantes, y el plan (de tratamiento) para la mejoría.
En este proceso, es crítico que el consultante acepte la teoría del terapeuta y crea que el
tratamiento propuesto lo conducirá a la mejoría.

3. Componentes específicos.
El modelo contextual plantea que los componentes específicos (enfoque terapéutico) no
sólo crean expectativas por medio de su teoría del cambio, sino que además proponen
rituales (técnicas) que producen algunas acciones saludables. Wampold (2015) afirma que
el tratamiento será efectivo cuando desencadena acciones saludables por parte del
consultante.
Siguiendo, entonces, las sugerencias de Goldfried y de Wampold, los programas de formación en
psicoterapia, además de fomentar el desarrollo de competencias específicas (teoría, estrategias y
técnicas) de un modelo terapéutico (o de una familia de enfoques terapéuticos), debieran
fomentar el desarrollo de competencias de destrezas (saber hacer) que la literatura de la
investigación ha mostrado que caracterizan a los terapeutas efectivos (Wampold, 2017):

  • Formación de alianza con un amplio rango de consultantes.
  • Habilidades interpersonales facilitadoras (según son demostradas en respuesta a
    pacientes difíciles

✓Fluidez verbal

✓Calidez y empatía

✓Expresión emocional

✓Capacidad para persuadir

✓Actitud esperanzadora

✓Capacidad para construir alianza-vínculo

✓Concentración en los problemas

  • Provisión de un tratamiento lógico (es decir, un tratamiento individualizado que es
    provisto según un modelo terapéutico).
  • Dudas acerca de la capacidad profesional (habilidad del terapeuta para observar, reflexionar y corregir su desempeño)
  • Práctica deliberada (práctica sistemática de un plan desarrollado junto a un supervisor o a un mentor para el desarrollo de habilidades que se ha identificado que requieren ser mejoradas)

Para finalizar este artículo breve, se transcriben algunas conclusiones acerca de los terapeutas
efectivos y no efectivos (Miller y Moyers, 2021):
Siete décadas de investigación muestran diferencias importantes, y generalmente amplias,
entre los terapeutas y los resultados de los consultantes, incluso cuando brindan el mismo
tratamiento muy estructurado.

  • Esas diferencias entre los terapeutas están consistentemente relacionadas con habilidades
    interpersonales, no con la edad, años de experiencia, personalidad u orientación teórica.
  • Algunos terapeutas con bajos niveles de habilidades terapéuticas realmente dañan a los
    consultantes, en lugar de ser simplemente no efectivos.
  • La expresión de las habilidades terapéuticas varían entre los terapeutas, y también entre
    los casos atendidos por el mismo terapeuta.
  • No sólo son importante las habilidades terapéuticas generales, sino que la habilidad del
    terapeuta para adaptar el uso de esas habilidades a cada consultante en particular.
  • Es lejos menos importante cuánto sabe el terapeuta de teoría, sino que lo importante es
    saber qué hacer y cómo hacerlo.

Referencias
Feixas, G. y Botella, L. (2004) integración en psicoterapia; reflexiones y contribuciones desde la
epistemología constructivista. En H. Fernández y R. Opazo (Comps.) La integración en psicoterapia.
Manual práctico. Ed. Paidós, Barcelona (pp. 33-67)
Goldfried, M. (2019) Obtaining Consensus in Psychotherapy: What Holds Us Back? American
Psychologist, Vol. 74, N° 4, 484-496 (DOI: 10.1037/amp0000365)
Marcus, D., O’Connell, D., Norris, A. & Sawaqdeh, A. (2014). Is the Dodo bird endangered in the
21st century? A meta-analysis of treatment comparison studies. Clinical Psychology Review, Vol.
34, N° 7, 519-530 (DOI: 10.1016/j.cpr.2014.08.001)
Miller, S., Duncan, B. and Hubble, M. (1997) Escape from Babel: Toward a Unifying Language for
Psychotherapy Practice. New Yok: Norton
Miller, S. and Hubble, M. (2004) Further Archeological and Ethnological Findings on the Obscure,
Late 20th Century, Quasi-Religious Earth Group Known as “the Therapists” (A Fantasy About the
Future of Psychotherapy). Journal of Psychotherapy Integration, Vol. 14, N° 1, 38-65 (DOI:
10.1037/1053-0479.14.1.38)

Miller, W. and Moyers, T. (2021) Effective Psychotherapists. Clinical Skills that Improve Client
Outcomes. New York: The Guilford Press
Norcross, J. and Goldfried, M. (Eds.) (2005) Handbook of Psychotherapy Integration. Second
Edition. New York: Oxford University Press
Wampold, B. (2015) ¿Cuán importantes son los factores comunes en psicoterapia? Una
actualización. World Psychiatry, Edición en español, Vol. 13, N° 3, 270-277 (World_V14_n3
copia_MaquetaciÛn 1 (wpanet.org))
Wampold, B. (2017) What Should We Practice? A Contextual Model for How Psychotherapy
Works. In T. Rousmanieri, R. Goodyear, S. Miller and B. Wamplod (Eds.) The Cycle of Excellence.
Using Deliberate Practice to Improve Supervision and Training. Chichester, UK: John Wiley & Sons
(pp. 49-65)
Wampold, B. and Imel, A. (2015) The Great Psychotherapy Debate. The Evidence for What Makes
Psychotherapy Work. Second Edition. New York: Routledge
Wampold, B., Christoph Flückiger, C., Del Re, A., Yulish, N., Frost, N., Pace, B., Goldberg, S., Miller,
S., Baardseth, T., Laska, K. & Hilsenroth, M. (2017) In pursuit of truth: A critical examination of
meta-analyses of cognitive behavior therapy. Psychotherapy Research, Vol. 27, N° 1, 14-32 (DOI:
10.1080/10503307.2016.1249433)

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